Nacido el 19 de junio de 1942 en la ciudad de San Ignacio, Baja California Sur, José Trinidad Zuñiga Molina fue un hombre de virtudes excepcionales y un ejemplo para quienes tuvieron la dicha de conocerlo. Se crió en Guadalajara, Jalisco, donde realizó sus estudios en el Colegio Salesiano Anáhuac, destacándose por su dedicación y esmero.

Apasionado por los deportes, José demostró un talento innato y una pasión incansable. Le encantaban el básquetbol y la natación, pero fue en el boliche donde alcanzó grandes logros, convirtiéndose en campeón nacional junto a sus hermanos. Este espíritu competitivo y su amor por la actividad física fueron aspectos esenciales de su vida.

Como comerciante, José construyó una trayectoria de trabajo arduo y responsabilidad, valores que también guiaron su vida personal. En 1965, unió su vida a la de María Teresa Aguayo, el amor de su vida, con quien formó una hermosa familia al lado de sus cuatro hijos: Alma Teresa, Ana María, Jorge y Ricardo.

José fue un hombre dedicado y amoroso, un gran hijo, hermano, esposo, papá y un abuelo excepcional. Su fortaleza de carácter, responsabilidad y profundo orgullo por su familia lo convirtieron en un pilar fundamental para todos los que lo rodearon.

Hoy, su memoria vive en el corazón de su amada esposa, María Teresa, y de sus hijos, quienes honrarán su legado con amor y gratitud eternos. Su ejemplo de trabajo, integridad y devoción familiar seguirá iluminando sus vidas.

Descanse en paz, José Trinidad Zuñiga Molina, quien deja un legado imborrable de amor, fortaleza y enseñanzas que perdurarán en el tiempo.